jueves, 8 de abril de 2010
Sevilla a la Reina
Ay divina majestad quien pudiera de tu pecho, arrancar ese puñal de dolor y sufrimiento, quien pudiera ser la llama de uno de tus candelabros, para iluminar tu cara la noche del Viernes santo. Quien pudiera ser la rosa, quien pudiera ser el nardo, de las jarras que te adornan para perfumar tu palio, quien pudiera ser la seda del pañuelo de tus manos para estar siempre a tu vera y ala vez calmar tu llanto. Ay hermano capataz, quien pudiera ser la ofrenda de una de tus levantas para ir al cielo con ella quien pudiera saetero, ser un quiebro en tu garganta para sentir el consuelo que le das cuando le cantas. Quien pudiera costalero ser la tela de tu faja para aliviar tus esfuerzos cuando a pulso la levantas, quien pudiera ser el rezo de un nazareno de Gines para llegarle hasta dentro del corazón de la Virgen. Ay dolor de mis dolores, ole, tu que siempre estas rogando por nosotros pecadores. Ay amor de mis amores, ole, reina del corazón mío esta noche no me llores, que yo quiero regalarte cuando pases por mi calle entre una lluvia de flores: Esa corona que Gines hizo pa la Virgen de sus corazones. Ay dolor de mis dolores…
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bien manolii bienn ke estaa de wapooo eeeee
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